lunes, 14 de noviembre de 2011

Web 3.0, Web Semántica o Web Social. Evolución y perspectivas

Web 3.0, Web Semántica o Web Social. Evolución y perspectivas:

Web_3.0.jpgLa
Web 3.0 y la Web Semántica


Por Jenaro Villamil


Jenaro Villamil


En 2001, prácticamente al mismo tiempo que se “bautizaba” a la web 2.0,

Tim Berners Lee, creador de la World Wide Web, acuñó otro término: el de la
“web semántica” para referirse a un medio cibernético capaz de de interpretar e
interconectar un número mayor de datos, lo que permitiría el avance en el campo
del conocimiento.

Berners Lee afirmó en la revista Scientific American que esta transformación traería aparejada

una evolución en el conocimiento humano sobre investigaciones genéticas,
tratamiento farmacológico de enfermedades hasta ahora incurables, entre otros
avances, que no quedaban muy claros entonces.

Por su parte, Andrew Updegrove, otro de los padres tecnológicos de la web, afirmó

que a diferencia de la web 1.0, basada en páginas online y difusión de
documentos sin posibilidad de interacción, la etapa de la “web semántica”
implicará una evolución en el Internet actual, a partir de definición de
estándares que se incorporaba a la red de redes: los identificadores uniformes
de recurso (URLs), base semántica de la web, el Extensible Markup Language
(XML) , fundamento sintáctico de la misma y el marco de la descripción del
recurso (RDF).

En 2004, se aclaró que, a
diferencia de la web 2.0, la “web semántica” o lo que comenzaba a denominarse web 3.0 entre los especializados
círculos tecnológicos, se trata de un sistema de codificación semántica
totalmente automatizada.

El gran desafío, advirtieron los

especialistas del World Wide Web Consortium (W3C), radicará en la capacidad de
generar búsquedas precisas e “inteligentes”. Se advirtió que la web 3.0
“convertirá en obsoletos a los buscadores actuales” y significará una evolución
en los buscadores actuales.

En la quinta Conferencia

Internacional de la Web Semántica, realizada en noviembre de 2006, en pleno
auge de Facebook y otras redes sociales, Tom
Gruber
afirmó que hay una falsa idea que tiende a separar la “web semántica” de la “web social” como dos mundos con
ideologías alternativas y en oposición. Esto lo consideró absurdo porque “es
hora de abrazar una idea unificada” de ambos modelos.

La idea ha ido evolucionando hasta
que en 2011, la “web semántica”, generalmente identificada como web 3.0 es
presentada por algunos sitios como Liberateca
de la siguiente manera: “la web 2.0 es
participación, la web 3.0 es autogestión
”.

Autogestión es en este caso una plataforma web social auto construida
por su propia comunidad, puesta en línea aún siquiera funcionando un mínimo
esqueleto, entregando no sólo la responsabilidad del mantenimiento de los
contenidos a la propia comunidad de usuarios, sino también la capacidad de
decisión sobre la futura evolución de la plataforma, incluso el poder de
diseñarla con sus propias manos y, por supuesto, la responsabilidad de defender
los valores que subyacen en su acción colectiva en cualquier caso”, describió
el sitio Liberateca (www.blog.alabs.es/liberateca).

El mismo sitio ejemplificó las
posibilidades de la “autogestión” en la “web semántica” de esta manera:

“¿Se pueden construir comunidades
que vivan cuestiones políticas comunes sobre una estructura que los enlaza
aparentemente tan superficial como es ver series de televisión? ¿Quiénes ven
series de televisión? ¿Por qué las ven? ¿Estarían dispuestos a defender esa
plataforma que los une? ¿Hasta qué punto y por qué motivos?.

“Se abre un nuevo espacio de
oportunidad para experimentar formas de
organización social
en entornos no explorados, pero no explorados por no
ser conocidos, sino por ‘no enlazados’, quizás faltaba una pieza para activar
la combinación que debía producir ese cambio, quizá sólo faltaba el principio
de una plataforma que ellos mismos debieran completar, que los pudieran ayudar
a enlazarse, a conocerse y a compartir como forma de construirse”.

Las posibilidades de esta nueva
plataforma para la autogestión de documentos y de información pública y privada
son infinitas. El impacto principal que ahora se analiza en torno a la web 3.0
es en materia de transparencia y acceso a la información pública.

Francisco Javier García Marco concluyó en su ensayo “El Reto de la Transparencia y la web 3.0”:

“Hasta el momento, y con escasas y
fragmentadas excepciones, las publicaciones oficiales en Internet son tan sólo
los trasuntos digitales de sus predecesoras, lo que, por otra parte, constituye
un avance inmenso en lo que se refiere a su accesibilidad, que es, por otra
parte y como hemos visto, un prerrequisito clave de la transparencia.

“Sin embargo, y con ser éste un
avance importante, las actuales publicaciones oficiales digitales quedan muy
por debajo de las posibilidades que ofrezcan las tendencias actuales de la
World Wide Web, que hemos sintetizado utilizando el concepto de web 3.0.

“Avanzar en el etiquetado y la
organización semántica de los diarios oficiales y las publicaciones oficiales,
en general, permitirá su mejora, ampliación, integración y procesamiento
automático. También facilitaría su evolución para dar cuenta de las necesidades
emergentes y acuciantes como el control en el acceso a la información y la
protección de la privacidad, que se deben resolver sin menoscabo de la
transparencia”.

Justo los dos elementos que parecen
contraponerse con la evolución y la proliferación de las redes sociales, en
especial, de la web 2.0.

“La aplicación de las tecnologías
sociales -continúa el especialista- facilitaría enormemente el ejercicio de la
crítica y el control ciudadanos y potenciaría a los ciudadanos y a las
organizaciones comprometidas con la transparencia para luchar por mejoras en la
actividad legal, normativa, judicial y ejecutiva de los estados. A su vez,
proporcionaría a los Estados y sus agencias una retroalimentación preciosa que
les permitiría ejercer su función en forma más eficaz y eficiente desde los
profundos principios democráticos que los sustentan”.

Las fases que propone García Marco
son las siguientes:

  • En primera instancia, proyectos de análisis y
    demostración para determinados tipos de documentos, susceptibles de ser
    procesados en una web semántica.

  • En segunda instancia, avanzar en su
    generalización para, al final, permitir abordar con garantías la
    ‘semantización’ y ‘socialización’ completa de las publicaciones oficiales.

El especialista también apunta que
la aplicación de la web 3.0 para los fines de transparencia y acceso a la
información no podría florecer si todo se le deja al monopolio estatal.

“Pensemos que las primeras
recopilaciones legislativas fueron creadas por los Estados y que esa costosa
actividad ha ido quedando en manos de empresas privadas que se encargan del
mantenimiento de bases de datos, y que han ido dando pasos en la integración
por la vía de la concentración empresarial, de manera que ahora la mayoría
forman parte de multinacionales.

“Por ello, nuevas formas de colaboración entre entidades públicas y
privadas
deben surgir para asegurar la eficacia y eficiencia de esta
nueva manera de difundir la información pública. La consultoría en el
desarrollo de los esquemas de datos y las taxonomías y ontologías
gubernamentales constituyen, sin duda, uno de los horizontes más prometedores
en el campo de la colaboración político-privada. Otro muy importante es
la creación de servicios añadidos sobre el océano de información etiquetada”,
sugiere.

¿Estaremos en condiciones de pensar
en una red social semántica que le aporte al ciudadano toda la información que
requiere sobre sus cuentas bancarias, su historial académico o su expediente
médico, por ejemplo? No estamos muy lejos de que la distopía del Big Brother que pretendía
controlar la vida de los ciudadanos, hasta su intimidad, a través de la
intrusión y la concentración de los medios de comunicación se revierta en
función de las redes sociales.

“En cualquier caso -concluye García
Marco- es posible afirmar que ambas familias tecnológicas -la web semántica y
la web social-, al tomarlas conjuntamente, ofrecen una oportunidad increíble
para avanzar en las causas de la transparencia del Estado y de la participación
ciudadana; y su aplicación en el campo de las publicaciones oficiales es una piedra angular de la emergente
democracia electrónica

Posted on 3 noviembre, 2011 by Arturo Loría |
Velvet Boy
|

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Fuente: Jenaro Villamil

Imagen: Web 3.0

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